A partir de los años veinte, la Compañía del Norte comenzó a electrificar sus líneas a 1500 V de corriente continua, lo que comportó la llegada de nuevas locomotoras que, con el paso del tiempo, serían muy recordadas. Décadas después, por la Península se comenzó a extender la electrificación más potente a 3000 V, sustituyendo progresivamente los 1500. Así, uno de los últimos sitios por donde circularon aquellas míticas locomotoras fue el País Vasco, donde en los años setenta fueron finalmente sustituidas por modernas locomotoras bitensión.
Cortesía : Terminus CET
- Adjuntos
-
