Después de comenzar a leer mi última adquisición referente al tema que nos une, he entrado en una especie de crisis. Y he decidido escribir este mensaje porque no acabo de decidir si lo mío es una especie de manía (o si lo preferís, un "cuentarremachismo" sintáctico-lingüístico), o bien sucede que la calidad de redacción de algunos textos sobre el ferrocarril deja bastante que desear. Entended que no pretendo generalizar. Estoy seguro de que todos conocemos autores respetabilísimos en los que confiamos ciegamente y que rara vez defraudan. Pero últimamente me parece advertir cierto "descuido editorial".
El caso es que, seducido por la historia ferroviaria, he adquirido una publicación en la que estaba interesado. Después de leer la mitad, más o menos, me encuentro en la situación siguiente: el planteamiento de la obra me gusta, me aporta datos históricos que no conocía y que agradezco que el autor ponga a nuestro alcance, las fotos que acompañan al texto me parecen buenas e incluso hay alguna que otra joya inesperada...
Y, sin embargo, a ratos tengo que dejar de leer. Me cansa tener que volver repetidamente sobre ciertas frases que carecen del menor sentido; párrafos que más bien parecen jeroglíficos egipcios; frases que acaban abruptamente sin predicado; oraciones subordinadas dentro de otras subordinadas que a su vez son subordinadas de otras; prolijas enumeraciones sin signos de puntuación, exceptuando la "coma" que parece ser usada como comodín universal; desconocimiento de la existencia de algo llamado "punto y coma"... Observaréis, por cierto, que no hablo de erratas o errores de imprenta, comprensibles en todo producto hecho por el ser humano.
En definitiva, que aunque no puedo sentirme "estafado", ya que la obra tiene las virtudes que he indicado más arriba, su sintaxis es demencial. Y lo peor es que no es ni mucho menos el primer libro o publicación de nuestro tema con este defecto.
¿Tan caro resulta la figura un corrector de estilo, sabiendo que dicho estilo puede ser el matiz que determine la calificación del texto como obra de referencia o más bien como ardua y farragosa? ¿Creéis que me he pasado de rosca?
Saludos
Carrington, pesando seriamente en tomar un tranquilizante antes de retomar la lectura
