El acero es elástico, mi amigo. Aunque tiene un límite en su elasticidad. Cuando se supera este límite la deformación alcanzada ya no se recupera. Si en ese momento (Zona de fluencia o módulo de Young) aumentamos el esfuerzo, el acero deformará y se estirará hasta alcanzar el límite de rotura.
Los certificados de materiales de los aceristas siempre indican las fuerzas que son necesarias para alcanzar estos puntos de elasticidad y carga de rotura. Estos datos mecánicos y otros asociados a estos, como dureza, estricción, resiliencia a baja temperatura, etc.; aparte de la composición química, serán informaciones utilizadas para determinar que aceros son más adecuados a cada requerimiento de trabajo.