Mamel escribió:
Aún conservo la caja y es curioso porque en el interior salía una especie de algodón que la envolvía, así que casi siempre ha estado entre algodones.
Encima del tender lleva una palanquita que al accionarla hace que vaya marcha atrás (inversor de marcha de la época).
Es de corriente alterna (creo que Payá sólo fabricaba en alterna) y yo tengo contínua (dcc), por lo que se ha pasado la vida en la vitrina, rodando en contadas ocasiones en los últimos 30 años.
Para mi tiene un gran valor sentimental, recuerdo como si fuera ayer cuando cumplí 11 años y mis padres me dijeron que me compraban una bicicleta, mi contestación fue que en su lugar me compraran un tren eléctrico, No puedo olvidar ir con mi padre a la tienda "CREA" de Valencia y llevarme una gran caja con la Santa Fe, una Alco y 4 coches, todo de la casa Payá, vías, un transformador, una estación y una montaña-túnel (me saltan las lagrimas solo de pensarlo, y más cuando con los años supe que para mis padres fue un gran sacrificio hacerme ese gran regalo, que era un lujo en aquellos años).
Creo que los que hemos tenido tren cuando éramos niños tarde o temprano retomamos la afición (en caso de que la lleguemos a abandonar en algún momento) pues la asociamos a una época de felicidad que en mi caso vuelve al ver rodar "mis trenecitos".
Nota: Os pido disculpas por este ladrillo que os he soltado.
Saludos.
Compañero MAMEL,creo que, muchos de los menos jovenes dedicados al mundo ferroviario, podríamos soltar algún "ladrillo"; mi primer tren eléctrico, también fué PAYA, una vaporosa tipo Pacific (corriente alterna naturalmente); a mi me la dejaron "los Reyes Magos", la fueron a buscar a CASA PALAU en la calle Pelayo de Barcelona. Por la mañana, vi un paquete, que cuando lo abri, no os puedo describir lo que senti, pero ahi estaba, con cuatro vagones de pasajeros, sus vias y el transformador; yo tambien la conservo, aunque desgraciadamente nunca funcionó demasiado bien, pero era mi primer tren eléctrico, la ilusión de mi vida, por eso comparto tu ilusión por ese tren. En fin no nos pongamos tristes, que para eso ya está la crisis de los de abajo que han provocado los de arriba.
Saludos desde Barcelona.