rfe7714 escribió:
El auto del juez me parece muy acertado. Al menos refleja lo que muchos pensamos desde un principio, y con una claridad meridiana. Solamente se le podría reprochar el que no considere las señales de avanzada y entrada como elementos de seguridad suficientes. En las circunstancias en las que se encuentra programado el enclavamiento de seguridad de la estación de Santiago (que incluye estas dos señales) desde luego que no pueden considerarse como elementos de seguridad frente a la curva. Sin embargo, habría bastado con programar esas señales para que nunca ofrezcan via libre (verde), sino que en el caso más favorable ofrezcan una indicación que lleve asociada una limitación de velocidad y por tanto si actuase el frenado automático, por lo que con anterioridad a la curva, se dispondría de al menos cuatro balizas ASFA que ofreciesen información (alguna de ellas situadas a unos 2500 m de la curva -las de la señal avanzada). Un diseño adecuado de las indicaciones de la señalización habría servido. Evidentemente, aparte de la colocación de los correspondientes cartelones.
Creo que alguien debería haberse dado cuenta de la gravedad de la curva, y como dice el juez, ese sería el delito: no haber hecho nada para evitar un riesgo evidente. Otra cosa son las circunstancias que derivan de la actitud de las declaraciones de los presidentes de Renfe y Adif, que mejor se habían estado calladitos. Se llenan la boca de decir que ellos no toman decisiones de carácter técnico, y que estas recaen en el personal técnico. Oiga, ¡váyanse a casa! Si es que no tienen responsabilidad sobre nada de lo que pasa en Adif!. La vinculación política desgraciadamente en estas empresas llega hasta muy abajo, y los técnicos en muchos casos se ven obligados a tomar decisiones por imposición política, no necesariamente desde tan arriba directamente. El que da las instrucciones, ya se encarga muy mucho de salvaguardarse, y la mayoría de las veces no queda constancia escrita de la imposición y las primeras firmas que aparecen son las de los técnicos, que deben apechugar.
En cuanto a la utilización de los GPS es algo que ya existe. Véanse sino las flotas de autobuses urbanos, o de taxis... En el ámbito ferroviario, FEVE dispone de un sistema denominado StacRail que ofrece información centralizada no solo de la posición del tren sino también de su velocidad e incluso puede compararla con la establecida en cualquier tramo y permite saber si el tren rebasa esa velocidad. El problema está en la cobertura y por ejemplo se pierde en los túneles o en zonas de mala cobertura, de tal modo que la información se queda congelada en la posición anterior, y no es posible actualizarla hasta que se recupera la cobertura satelital. Es por ello, que no es posible utilizarlo como sistema de seguridad, que sería lo ideal, ya que permitiría ofrecer información en los dos sentidos, desde la máquina y hacia la máquina.
Finalmente, el juez alude a que no le corresponde a esa causa penal entrar en la valoración de las responsabilidades políticas y sociales. Por tanto, corresponde hacer una profunda reflexión, en el ámbito que sea, de la situación ferroviaria que nos ha llevado hasta aquí: políticos o asimilados en puestos de responsabilidad sin tener ni idea de lo que se traen entre manos; coacción a la actividad de los técnicos; falta absoluta de planificación ferroviaria en España; utilización del ferrocarril como arma propagandística en interés de los políticos; y un largo etc.
Aplaudo a rabiar la decisión de Su Señoría.
Me alegro de que no se haya dejado llevar por las soluciones fáciles y políticamente "correctas" (Toda la culpa para el maquinista).
Y el espectáculo que están dando Renfe y Adif,
"haciendo organigramas" para ver a quién debe imputar Su Señoría, me recuerda a una película inglesa, ambientada en la epoca Victoriana, en la que unos hermanos gemelos se juegan a cara o cruz, quién de los dos va a ser azotado por su padre, en la biblioteca de la mansión, como castigo por haber hecho una travesura... Patético.
Estoy orgulloso de ese Juez, que está siendo justo y valiente.
Saludos cordiales.