En las composiciones que publicó en su día Maquetren del horario 1979/1980, tampoco aparece dicha mezcla. Normalmente aparece un Lx al lado de un YF.
Sin embargo, podríamos deducir varias cosas de las composiciones que habéis comentado, de otras que hemos visto en fotos y/o libros, de los propios pedidos de la RENFE/CIWL, de la composición de los trenes españoles y de la puesta en servicio en España de las diferentes series.
En España, como norma general, y debido a varias causas, entre las que podríamos apuntar la propia distribución de la población, su escasez en comparación con la extensión del país, la pobreza de la renta media, las circunstancias económicas de una posguerra y un aislamiento político brutal, etc. los trenes han llevado limitados coches de las clases superiores (1ª clase o camas), una vez generalizados los coches de acero de la medida "moderna" de 20 m. o superior. Siempre fueron muchísimo más abundantes en los trenes la 3ª clase y la 2ª, una vez desaparecida aquélla.
No olvidamos tampoco como posible factor la existencia de coches mixtos de 1ª/butacas y camas, así como la introducción de los coches litera en los años 60, que ajustaban más el gasto de explotación o que ofertaban un producto más barato, y por tanto, más demandado. Ocurría lo mismo con los viajeros del coche-restaurante comparados con los viajeros de tartera-bocadillo.
Por tanto, si nos fijamos en las fotografías, es difícil ver un tren normal "de diario" con más de dos coches-camas junto al sempiterno restaurante de la CIWL. Hay excepciones, claro. Los trenes Madrid-Barcelona, por ejemplo, el Sudexpreso, el Puerta del Sol, el Costa Vasca original, los trenes a Galicia por ser una distancia considerable para la época, los trenes a Algeciras con correspondencia a los barcos a África, los trenes en fechas muy determinadas como en vacaciones o festivos, los trenes especiales para congresos, etc... Pero tampoco siempre. Hay alguna foto del Sudexpreso o del Lusitania con tan sólo dos coches-camas más el WR.
Por otro lado, aunque todos fuesen coches-camas sin distinción de clase en España, sí que sabemos que en lo referente a explotación del servicio hubo diferencias. La modernización de los coches clásicos o modernos con la tercera cama y la letras U ó T en su denominación está claro que sirvió para diferenciar a los coches, o a una parte de sus departamentos, en prestaciones, lo mismo que la amplitud de los departamentos o su número en un solo coche (pensemos en las medidas de un compartimento de un YF comparado con los superiores de los tipos P y T2). Y no podemos olvidar los Lx-16, que ofrecían la posibilidad de cabina individual y cabina doble, sencilla solución para ofertar un viaje que, evidentemente, no ofrecía la misma comodidad.
Y tampoco podemos dejar de observar que los coches más modernos, los recién llegados, solían entrar en servicio en los trenes, digamos, "punteros" o de relumbrón, dejando los modelos más antiguos (que en muchos casos llegaron a 50 años de servicio) como coches en reserva para puntas en la demanda o como coches titulares en trayectos considerados secundarios.
Combinando todo lo anterior, creo yo, sería factible deducir que desde los 60 y a medida que entramos en los 70, se combinaran en la oferta para un tren y un destino un coche moderno o nuevo, tipos LJ, P ó YF, luego T2 (los UH eran rehenes del Puerta del Sol) con un segundo vamos a decir que rebajado de clase, más clásico o antiguo, un S, S4 ó Lx. Si añadimos el hecho de que los Lx llegaron a España cuando se estrenaban los flamantes P, parece razonable pensar que en trenes de dos coches difícilmente coincidirían un Lx con un S. Y echando hacia atrás el calendario, se supone que los S serían titulares frente a los coches de madera y compartirían esa titularidad durante el breve reinado de los LJ, quedando los coches de madera como refuerzo. En casos como los trenes Madrid-Barcelona, Costa Vasca, etc. (seguramente algún Madrid-Sevilla, Barcelona-Bilbao, Barcelona-Coruña) con mayor número de coches-camas, las fotos de los 70 certifican que se priorizan para la composición los modernos YF y P, con la adición de uno o más Lx/S.
Resumiendo: cabe pensar que en cuanto explotación los Lx y los S iban emparejados en categoría ya fuera por edad, amplitud de los departamentos, etc., siendo previsible que sólo se recurriera a su mezcla cuando no hubiese disponibilidad de coches más modernos, cosa bastante complicada ante la caída de la demanda de plazas acostadas y el exceso de oferta de series nuevas (sin ir más lejos, RENFE fue propietaria de coches YF y T2, coches que había que añadir a la oferta de los de la CIWL).
Saludos
Carrington, echando mano de las células grises, como diría Poirot
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Carrington el 06 Ene 2014 22:41, editado 1 vez en total
Al parecer, talibán de la explotación ferroviaria a escala. A pesar de eso, me gusta un buen plato de spaghetti. De los de verdad.