Cuentas esta cosas de los '80 y la gente ni se las creen, hoy en día son impensables.
Buenas tardes,
Acabo de registrarme y uno de los foros que me ha llamado la atención ha sido este sobre anécdotas en los 8000. No puedo estar más de acuerdo con la afirmación de Cadelo y es que, en aquellos años, parecía que se producía un salto en este país en el que se dejaba atrás la "antigüedad" para dar paso a la "modernidad. Eran años difíciles en los que el paro galopaba hacia cifras impensables, la administración comenzaba a modernizarse, había delincuencia, dificultades, miseria...
En aquellos tiempos, Renfe era la Renfe, arrastraba una mala fama endémica que parecía que no se solucionaría nunca. Los retrasos estaban a la orden del día, el material estaba obsoleto, la infraesctructura en mal estado. Faltaba inversión, modernidad...
Los 8000 eran lo más moderno del parque aunque ya llevaban unos añitos circulando. Era habitual encontrárselos en cualquier composición. Aunque yo no puedo aportar las anécdotas de algunos foreros, sí que me invade la nostalgia leyendo algunas aportaciones. Me han venido a la mente mis viajes infantiles a Aragón en 2ª clase con mi abuela en los Rápidos saliendo de la Estació de França cuyo destino desconocía, pues aunque ya sabía que me gustaban los trenes, no tenía conciencia de ello, era realmente muy pequeño. Puedo contar cómo perdí uno de mis dientes (estaba en pleno cambio de dentición) comiendo un caramelo Solano poco antes de la partida del tren y, mis padres en el andén preocupados. Recuerdo los intercambios de comida entre los viajeros, las fotos en blanco y negro de paisajes españoles en los compartimentos, los sonidos a lata de los bogies Minden-Deutz, y muchas de las cosas que los foreros han aportado. Era relativamente fácil encontrarse tipos poco recomendables en sus compartimientos y escuché todo tipo de historias acerca de robos y otros incidentes.
Ya de mayor, recuerdo haber viajado por el equivalente de los 8000 italianos. A diferencia de aquí, allí eran todavía muy habituales en los años 90 e incluso todavía hoy creo que se utilizan bastante. Viajaba con un Interrail y recuerdo haber compartido el pan con emigrantes italianos en el centro de Europa cuyo destino era la Calabria, la Basilicata, la Puglia. Recuerdo también en el Lusitania en un viaje a Lisboa, haber amanecido entre un amasijo de piernas, brazos y cuerpos entrelazados después de haber dormido toda la noche los ocupantes de mi compartimiento...
En fin, aunque me invade cierta nostalgia de un tiempo que ya se fue, tampoco los echo mucho de menos...
Saludos,
MANUEL