Carrington escribió:
Respecto a la pequeña discusión que se ha abierto sobre la fidelidad o no de los sonidos a cuenta de los vídeos puestos por un forero y las supuestas "interferencias" que parecen escucharse en los mismos, voy a dar mi opinión profesional desde el mundo de la música, que comprende también el estudio de las características del oído humano y las capacidades cerebrales relacionadas, y parto de una comparación con el asunto de los colores.
Si ya un solo color, de todos lo que habéis comentado, no consigue la unanimidad de los presentes, pues aunque hubiera una referencia RAL exacta, cierto grado de subjetividad siempre se añade a un mismo color visto por personas diferentes, ¡imaginad la capacidad del ser humano de reproducir un recuerdo sonoro alejado en el tiempo siquiera por medio de palabras!
En la práctica, es imposible reproducir un sonido objetivo de algo que no existe, caso de las 7800, contado por seres humanos, por mucho que hayan estado en contacto con las mismas. Pero no se debe sólo a la mayor o menor distancia temporal. Incluso si supiéramos que una persona conservara intacto el recuerdo de ese sonido, para bien o para mal, y gracias al olvido que el desarrollo de la escucha atenta ha tenido en nuestra educación, y por extensión en nuestra sociedad actual, la mayoría de las personas no podrían explicar objetiva -o científicamente, si queréis- las características de un sonido que acaban de oír.
Existen, obviamente, términos o escalas de medidas para acortarlos: altura del sonido, timbre, intensidad... pero a no ser que tuviéramos una locomotora en una zona sin reverberación sonora -o con la menor posible- y con un instrumento de medición de la frecuencia vibratoria del sonido para saber exactamente cuál era, entre otros aspectos, me temo que es un debate estéril, mucho, mucho más que el del color.
Si una voz humana se percibe ya de forma diferente sólo con el hecho de su ubicación (estudio, habitación cerrada, sala, auditorio...), pensemos en un sonido como el de una locomotora, sometido a diversos ambientes (talleres, aire libre, edificaciones bajas, edificaciones altas, marquesinas de estación, meseta castellana, montes de Pajares, todo lo cual afecta al sonido que escuchamos...) y que encima es una superposición de varios sonidos diferentes. Aunque hubiera un equipo de grabación que grabara in situ en un ambiente determinado, jamás me atrevería a decir que el sonido resultante de la grabación es el "verdadero". Insisto, desde el punto de vista sonoro.
Como no me puedo permitir las locomotoras con sonajero, no es un aspecto que me preocupe demasiado, pero el mundo del sonido es lo suficientemente complejo como para decir que un sonido determinado está "fielmente reproducido al 100%". Me temo que hablamos de un imposible, si pensamos en un resultado matemático tipo 1=1. Así que me apunto a la tesis de Mapel.
Saludos
Carrington, recordando que el oído humano pierde capacidades auditivas expuesto a ruidos fuertes y perdurables en el tiempo, pero nunca expuesto a instrumentos musicales, por muy fuerte que estos suenen
Buenas tardes.
Compañero, has dado una explicación perfecta, en la que solo echo de menos el aspecto del "Efecto Doppler".
Para que se me entienda más facilmente, el Efecto Doppler se refiere al cambio de tonalidad de los sonidos al acercarse o al alejarse. Es un efecto que percibimos, por ejemplo, con las sirenas de bomberos, ambulancias, etc. o con las sonerías de los pasos a nivel cuando vamos viajando en tren. Mientras nos acercamos a (o se acerca) la fuente de sonido, las ondas de frecuencia son más cortas, por lo que se oyen más agudas. Por el contrario, al alejarnos (o se alejan), las ondas son más largas, y por tanto el sonido más grave. Esto es una prueba irrefutable de que hasta desde el punto de vista físico, sin tener en cuenta los aspectos subjetivos de cada cual, los sonidos que percibimos y recordamos, o creemos recordar, son absolutamente relativos.
Dado que gran parte de las tomas de los vídeos donde se escucha el silbato y otros sonidos de la Panchorga son tomados en movimiento, la percepción es completamente diferente a cuando está parada.
Está claro que los cuentaremaches (entre los que me incluyo en buena medida) partimos de unos parámetros facilmente cuantizables, al menos en lo fundamental. Lo cuentafotones (entre los que también me encuentro en cierrta medida) ya tenemos que partir de datos bastante más subjetivos, porque las ondas electromagnéticas no producen en todos las mismas percepciones, y prueba de ello son los daltónicos. Los cuentadecibelios (entre los que no me encuentro, ya que lo mío es analógico) lo tienen bastante más complicado, ya que este es un aspecto mucho más subjetivo, como ha puesto de manifiesto el amigo Carrington. Ni con osciloscopios y espectrogramas se puede confirmar nada.
fernan269 escribió:
Parece ser que ya no se puede opinar con libertad, que no se pueden decir los posibles fallos que tiene el modelo, parece ser que a todo el mundo molesta que se comenten dichos errores.
Fernan, no se trata de que no se pueda opinar con libertad. La cuestión es que las críticas deben ser constructivas, como se hacen por la mayoría de los contertulios; yo soy el primero que ha hecho, hace y hará críticas. A veces, incluso, se han criticado modelos a partir de fotos de prototipos e incluso de montajes digitales, y esas críticas, a pesar de que ha habido quienes se han molestado con ellas, han servido para que los fabricantes hayan hecho rectificaciones. Baste recordar cuando Electrotrén anunció los coches Butacas ex-Andaluces, con nueve departamentos. Gracias a las observaciones de los aficionados, Electrotrén lo hizo correctamente, con ocho departamentos. De otra manera, muchos aficionados no los hubiéramos comprado, saliendo perjudicados todos: fabricante y aficionados. Yo creo que cuentaventanas lo somos prácticamente todos, ¿no?
El problema, Fernan, es que hay algunos contertulios que critican sistemáticamente todo, parecen eternos descontentos, sin dar una sola opinión favorable, y hasta parece que se alegran o desean el fracaso de los fabricantes. (No pienso dar ni un solo nombre, así que quien se dé por aludido, allá él, que no pienso discutir al respecto). En fin, cada uno sabrá como se toma la afición. Yo, desde luego, me la tomo para disfrutar todo lo que puedo, y sobre todo, desde que han ido apareciendo la práctica totalidad de máquinas y automotores con los que soñé muchísimos años. Y de los precios, si puedo, puedo, y si no puedo, pues no puedo. Me preocupan infinitamente más los precios de la comida, la vivienda, la ropa, y todas esas cosas de las que no podemos prescindir para tener una vida digna.
Bellomonte, esas dos maquinitas estarán pronto formando parte de "mi parque motor". La versión de origen parece espléndida. Y con la 7700 al fondo, lucen a las mil maravillas.
Saludos cordiales.