Sentimos nostalgia de algo que era diferente y que nos gustaba, y, a algunos, hasta nos hacía sentir pasión.
Quien no ha conocido lo anterior difícilmente puede añorarlo, y, por eso, lo actual a algunos no nos merece la pena, y a otros los deja indiferentes, porque no tienen con qué comparar.
cosasdetrenes escribió:
Aunque suene a tontería, lo digo en serio:
La afición al ferrocarril -y, por tanto, al modelismo ferroviario- empezó a descender cuando dejó de poderse sacar la cabeza por la ventanilla.
Viví en Asturias entre 2001 y 2006. A finales de 2005, antes de volverme a vivir a Madrid, decidí hacer un pequeño viaje en las líneas de vía estrecha para conocerlas "desde dentro".
Un sábado por la mañana cogí un cercanías de Renfe de Oviedo a Gijón, un Feve de Gijón a Pravia y otro de de Pravia a Oviedo.
Después de unos minutos, salimos de Gijón y pasamos por la siderurgia y Aboño, y al llegar "al campo" decidí asomarme por la ventanilla para disfrutar del viaje. ¡Horror! No había ventanillas practicables.
El viaje se convirtió en una encerrona... bastante larga. No recuerdo cuánto duró (con los horarios de hoy, veinte años después; serían unas dos horas y media, sin contar con el descanso al aire libre en Pravia).
Si no puedes sacar la cabeza por la ventanilla, el tren es un medio de transporte, no una "forma de viajar".
Cogerle afición a un medio de transporte en el que vas "enlatado" es muy difícil.
Mis primeros viajes en tren, de niño en los años '60 y de joven en los años '70, eran deliciosos. El viaje en los expresos a Galicia de los '70, por muy duro que era el "ladrillo/almohada" de las literas, era maravilloso. Por su puesto, salías de Madrid con todas las ventanillas bajadas porque a finales de junio, a las 9 de la tarde/noche, los vagones ardían después de todo el día al sol y sin aire acondicionado. Villalba, El Escorial; en el pasillo hasta Ávila, ya de noche; y luego al "ladrillo". Medio dormido, bocinazo va, bocinazo viene, notabas el cambio de sentido y de locomotora en Medina. Por la mañana, ya de día, Guillarey, Redondela, separación del tren en dos y acoplamiento de una nueva locomotora (todo desde el andén, con cuidado para no despistarte). El puente metálico de Redondela, el paso por Cesantes y Arcade (pocos trayectos tan bonitos al borde de la Ría) y, por fin, Pontevedra.
Era imposible no cogerle afición a aquello... sacando la cabeza por la ventanilla y viendo un tren de 15, 16 o 17 vagones verdes, camas azules y furgones también verdes, más las plataformas del autoexpreso.
Por no hablar del vestíbulo de Príncipe Pío (el de arriba) y aquellos dos ascensores majestuosos...
En fin...
A ver a quién disfruta del tren ahora encerrado en un AVE, un regional o un cercanías, sin poder sacar la cabeza por la ventanilla para ver el tren en el que viajas integrado en su paisaje.
por un foro sin faltas ortográficas, sugiero, por ejemplo, "Manual de Ortografía Práctica" de Miranda Podadera, o la Ortografía, de la RAE
votos favorables: by 103, jose, rodrevil +2, 1900sp, xiuxicom, indico, arlanzón, salacius, GEU18