Recupero este hilo para informar que hoy he pasado por Sariñena y allí siguen los Talgos más de un año después, a tope de spray y ya con puertas abiertas y ventanas rotas. Por dentro, ya os podéis imaginar.
Ya les falta menos para repetir lo del Ferrobús de Barruelo a los amigos de dar por el saco. Lo de esta gente con los trenes abandonados es lo mismo que lo de los insectos y gusanos con los cadáveres.
Pero ¿es el culpable el insecto? ¿y el gusano?... No amigos, no, ellos sólo hacen lo único para lo que son capaces. El culpable de que haya cadáveres es el asesino, y el asesino es...
NOTA: En esta historia no hay mayordomos, pero sí operadoras y políticos megalomaníacos y manirrotos.
